Devaluación del peso en 2011... ¿en qué se parece a las de "antes"?

Muchos en la oposición se deben estar frotando las manos cuando los medios masivos de comunicación en México cantan a los 4 vientos que "el peso se está devaluando". Y el valor de cada dólar hoy, en el mercado libre, es de 14 (hoy, martes, se recuperó el peso marginalmente y quedó el dólar ya debajo de los 14 x 1).

Algunos tenemos la opinión de que el Banco de México no debería entrarle al mercado de divisas. ¿Quiénes son los que están demandando dólares? Los que son ignorantes con respecto a la diferencia entre México, hoy, México, ayer, y las llamadas "economías emergentes". Por ignorantes, ¡déjenlos perder!

¿Qué pasaba antes? Un estornudo de asuntos financieros en los Estados Unidos provocaba una enfermedad casi terminal en la economía mexicana. Muchos se burlaron del voluminoso Carstens cuando este declaró que lo que estaba pasando a nivel mundial "le provocaría a México 'un catarrito'". Ah, ¡cómo se burlaron de él! Pero en realidad ¡eso fue lo que sucedió!

¿Por qué los inversionistas de la bolsa de valores mexicana ahora venden las acciones, cobran pesos (perdiendo) y se van corriendo a comprar dólares? ¿Qué sentido tiene hacer esto en México? ¡Ninguno! Cumplir con "la profecía que se cumple a sí misma" y, nada más. Los intermediarios en las bolsas siempre ganan cuando hay ventas o compras. Una racha de ventas les deja grandes utilidades. Invariablemente, un tiempo después, viene otra racha de utilidades, cuando los inversionistas regresan a refugiar sus ahorros en acciones bursátiles.

El asunto es que la crisis mundial no tiene mucho qué ver con las acciones bursátiles de las empresas mexicanas. Sucede que México tiene una reserva en divisas que se acerca a US$140 mil millones. Pero, además, no tiene compromisos en divisas —ni próximos a vencer ni lejanos en su vencimiento— que no pueda cubrir con su flujo normal: con los Estados Unidos tiene un intercambio —gracias al TLC— de US$300 mil millones anuales. ¿Estamos en jauja? No, pero muy lejos de estar en crisis, por lo menos del tipo que otros países tienen —como, por ejemplo, Grecia, España, Italia. Son economías importantes, algunas mayores que la de México, pero deben más que sus reservas en divisas y tienen vencimientos próximos.

En 1994-95 ingenuamente escribí un artículo creyendo que la crisis era —con Salinas y al tomar posesión Zedillo— semejante a la de ahora. Estaba yo terriblemente equivocado. Tenía la imagen del país de mentiritas que se había encargado de vendernos a muchos, incluso a bolseros e inversionistas. ¡No había nada! ¡México estaba en ruinas! Lo reconoció Zedillo y... ¡pudimos salir adelante! Es obvio que Fox y Calderón solo han hecho exactamente lo que siempre debió haberse hecho: por eso hoy la reserva en divisas, con los 11 años de panismo, es la más alta en todas las proporciones de la historia de México.

Si hay algo que el inversionista bursátil debería entender es eso: que aquí no está el problema. ¿Tiene esto que ver con que, para los norteamericanos, tristemente, solo existen los Estados Unidos y lo "internacional"? "Hay crisis internacional, vendan, vendan acciones". En 1998, Zedillo habló personalmente con Clinton para que este les recordara a los bolseros de Chicago y Nueva York que México no era Moscú. Estaba pasando algo semejante, pero el país mexicano ya se encontraba en la línea del orden financiero. Y Zedillo logró que Clinton les diera a los bolseros una lección de geografía de segundo año de primaria. Y eso que, en ese año de 1998, las reservas de México eran menos de una catorceava parte de lo que tiene hoy —además, con una deuda enorme y difícil de pagar.

Esos tiempos quedaron atrás. Lo que pasa es que la percepción de mexicano de su propio país es fatal y fatalista, porque esa es la novela que les conviene a muchos medios vender todos los días. Y no digamos a la oposición, ellos ¡se frotan las manos en tanto por lo menos parezca que las cosas están mal!

Realmente, es triste que el mexicano no pueda disfrutar que su país está hoy, ante el mundo, como cuando gana un partido de fútbol difícil, goleando al adversario. Es una lástima que el producto comercial "Calderón" tenga que venderse como si fuera una goleada contra México, dejando el marcador en cero. Es triste, pero así están las cosas. ¿Qué tiene que suceder para que la percepción cambie? ¿Que el PRI nos lleve nuevamente a la ruina y entonces podamos comparar?

El inversionista que vende acciones bursátiles pierde: 1) al venderlas, porque invariablemente, cuando todos venden, todas las acciones bajan, 2) pierde cuando compra dólares muy por arriba de como se los pagaron cuando los compró para invertir en la BMV y 3) pierde porque cancela una fuente de crecimiento de su inversión al provocar una baja del mercado bursátil mexicano por una acción inútil, puramente especulativa. Entonces, pues, ¡qué les dejen comprar los dólares caros! Los importadores saben que pierden el mercado si elevan sus precios. Por lo tanto, ellos tiene que "aguantar vara", sabiendo que el mercado, finalmente, regresará al nivel de la verdadera oferta y demanda.

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