¿Cambió o no el PRI?

La máquina de la represión —la cancelación paulatina de la LIBERTAD DE EXPRESIÓN— ya comenzó a funcionar. Pedro Ferriz de Con comentó públicamente que Enrique Peña Nieto sería un ignorante. Eso fue suficiente para que algo sucediera. El caso es que ya le cortaron la lengua. Ahora está fuera del medio que estuvo.

No dijo algo que el pueblo informado de México no conozca o piense. 62% de los mexicanos no tienen interés en que Peña Nieto sea presidente. Solo 38% lo pidió en las urnas. Y muchos de ese 38% lo «pidieron» gracias a que el partido político de Peña les pagó en alguna forma. Eso, ellos lo saben. Pero se ponen como perros rabiosos cuando alguien les dice que hicieron uso de ese procedimiento.

Los mexicanos tienen razón: 62% no desean que regrese el PRI a Los Pinos. Lástima que ese 62% está dividido en 3 partes —dos grandes y una chiquita. Y lástima que la chiquita sea un roba-votos, es decir, una especie de imán canalizador de votos que se irían al PRD o al PAN —pero no al PRI. Digamos que, 32% quieren que sea el del PRD el presidente —pero nadie les paga— y 26% quieren que sea el PAN el partido en la presidencia —con cero votos pagados. Ese 38% que «desea» ver al PRI en la presidencia, ¿ya sabe cómo gobernó el PRI 71 años? Es seguro que si lo entendiera, jamás le daría su voto.

Estamos viendo el modito de gobernar del PRI: se va a repetir de nuevo. En Yucatán, con Ivonne Ortega, ya vivimos esto. La gente se moría de miedo de participar con los que no estábamos directamente a favor de su gobierno. Y, mira lector, de una vez te digo lo siguiente: en este asunto, por lo menos de nuestra parte, no hay intereses económicos de ninguna clase. Pero sí, tenemos que sobrevivir. Y para sobrevivir necesitamos, como medio —como entidad económica que tiene empleados, costos y gastos— el apoyo de la comunidad. Este se puede y debe darse con anuncios. Pero, ¿qué sucede cuando una empresa se anuncia con nosotros y el gobierno estatal —antes— y el federal también —a partir de ahora— comienzan a ejercer presión sobre ellos?

Esa es ¡una forma asquerosa de acabar con la LIBERTAD DE EXPRESIÓN! ¿Te das cuenta como ciudadano, lector? Nosotros hemos sufrido el escarnio de dos apócrifos. Hay gente que en forma temeraria ha tratado de hacerle creer a alguien que nosotros mismos hicimos esos apócrifos. Por favor, revisen la forma en que hacemos las cosas. Desde luego, creo que cabe aquí eso de que nadie es perfecto. Seguramente hay fallas, algunas ya las conocemos y tratamos de enmendarlas y otras son cuestiones de enfoque o de opinión, lo cual las quita del ámbito de fallas como tales.

¿Estás con la línea editorial de Artículo 7? ¿Sí? Entonces, ¿cómo crees que podemos continuar subsistiendo? ¡Necesitamos de tu apoyo directo! Sí, de tu contribución a nuestra existencia. Revisa tu vida personal: ¿es más valioso para el futuro lo que vas a hacer con esos $100 pesos en 30 días, o es más importante que nuestra comunidad cuente con un medio que efectivamente no tenga que pedirle permiso a nadie para decir las cosas que deben decirse?

Te remitimos a la lectura puntual de este artículo por Pablo Mier y Terán. No solamente nosotros estamos hablando del problema del regreso del PRI a Los Pinos y el asunto de la LIBERTAD DE EXPRESIÓN. Éste es un asunto muy serio. Recapacita. Razona. Piensa. Siente. Razona otra vez. Entonces, compromete algo que, de verdad, lo desperdicias. Ahora no: lo invertirás para el bien común. Gracias.

Ahora bien, si don Rolando Zapata y don Enrique Peña demuestran que ya cambió el PRI, eso sería otra cosa. De todas maneras, ellos necesitan que nosotros, la sociedad, los ciudadanos, estemos constantemente en alerta. De lo contrario, pueden «distraerse».

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