Discernir entre políticas y políticos

Tanto interés por no-Texcoco

Cuando un político insiste en algo irracional con tanta fuerza debemos encontrar una agenda que el político esconde. Poco a poco nos estamos dando cuenta de que la agenda de López era muy clara: controlar al 100% el aeropuerto que podría convertirse en un centro de operaciones para vuelos que no deberían ser de conocimiento nacional, sino más bien escondidos a la población por razones de “seguridad nacional”, como tienen que llamar a todo lo que responde a intereses inconfesables.

Muy bien. Ahora lo sabemos. Los vuelos sospechosos, que no tienen registro en la aviación pero que sí tienen registro en gobernación —allá se están formando expedientes de todos los que se internan al territorio nacional, para bien o para mal, o simplemente por control acordado con los países de origen de los internados— son los que López desde un inicio tenía en su agenda como el plan para convertir al país en su empresa personal.

Sus empresas son las naciones enteras

Veamos las cosas con realismo. En todos los países de América Latina en los que triunfan electoralmente regímenes que llaman de izquierda, en un poco tiempo esos países, en forma total, se convierten en territorios controlados por la familia del caudillo, soportado, sostenido por las fuerzas armadas.

Era lógico que el objetivo de López sería también convertir a México entero en su empresa y, para hacerlo, requería que ese aeropuerto tan importante a nivel mundial, que estaría pagado por los pasajeros usuarios (cuotas TUA), y no estaría bajo el control exclusivo del gobierno o del ejército nacional, no se podía permitir. Había que matar el proyecto, aunque al hacerlo se castigara al país a no ser ese centro de distribución de vuelos para América y el Pacífica. Era necesario destruir algo que daría más poder a la sociedad que al gobierno.

Los apoyos son por ley y no un favor

López al igual que su gente no han entendido ni quieren que se entienda que lo que es bueno para la sociedad es lo único que los gobiernos deben hacer. Hoy muchos mexicanos ingenuamente creen que los apoyos económicos que reciben del gobierno federal es algo que solo es posible gracias a que López es el presidente. Quieren que López siga por más tiempo, por tiempo indefinido. Se lo han pedido en mítines políticos en forma espontánea. López y su gente casi tienen orgasmos de placer político cuando oyen a esas muchedumbres exclamar sus peticiones.

López y su gente han lanzado la idea —que repiten todos los días— de que los contrastes son debido a privilegios conseguidos corrompiendo a funcionarios de los gobiernos. El tema es muy sencillo: todos los gobiernos requieren hacer obra pública. Los gobiernos no pueden ni deben mantener instrumental y gente para hacer la obra pública —excepto para mantenimiento, y ni eso es absolutamente necesario— sino encargarla a las empresas de la sociedad que demuestran ser eficaces y que pueden hacer las cosas bien y a buen precio.

Legalmente hay que concursar cada obra

Por eso se hacen concursos. Pero López lanza la idea de que si el gobierno no lo preside él, todos los concursos son corruptos. Lo que hace el gobierno de López es sencillo: no hace concursos. Así de sencillo. Al no hacerlos está violando leyes que ordenan que el contrato de toda obra pública debe hacerse por concurso.

Del aeropuerto de Texcoco, que canceló a fuerzas, jamás probó un solo contrato corrupto. Como no los probó corruptos tuvo que pagar las indemnizaciones de ley a las empresas rechazadas sin razón alguna. Algo extraño había detrás de esa arbitraria decisión. Él la disfrazó como de algo que buscara combatir la corrupción que no encontró. Lo extraño hoy, en 2022, se comienza a vislumbrar. Necesitaba que el aeropuerto no estuviese bajo el control de la sociedad civil, sino de los militares, de los cuales él es el Comandante en Jefe.

Posturas ante el político

Por lo menos podemos encontrar estos grupos con respecto a lo que este gobierno hace o deja de hacer:

  1. Los que están totalmente de acuerdo en todo lo que hace por creen en López
  2. Los que están de acuerdo en todo lo que se hace, aunque no sea López quien lo hace
  3. Los que no están de acuerdo en lo que se hace porque lo está haciendo López y no confían en él.
  4. Los que no están de acuerdo en lo que se está haciendo, sea quien sea el presidente, porque es obvio que al hacerlo, se perjudica la calidad de vida del ciudadano mexicano.

Si no estás clasificable en el punto 4, es difícil poder razonar contigo las cosas. Los que están en el punto 4 podrían estar equivocados, pues hay algunas cosas que López hace que sí son con visión hacia el futuro de gobierno, convenientes para el país.

Saber distinguir

Lo que es importante es saber distinguir entre unas cosas y otras. No se trata de negar por negar o de descalificar porque así parece que está bien; no, esa no es la forma.

La gente honesta acepta todo aquello que es beneficioso para todos aunque en alguna forma pueda no ser de beneficio personal. La honestidad significa siempre desear el bien para todos, porque lo que es bueno para todos también lo es para el honesto. El deshonesto tien problemas cuando cree que pierde porque otros ganan. La realidad no es así. El bien común incluye a cada persona.

Hay profesiones que tienen más oportunidades de ganar dinero en la medida en que más gente trate de no cumplir sus tratos o contratos. Si todos cumplen sus contratos, esas profesiones ganan lo suficiente para diseñar contratos sólidos, que son aceptados por todas las partes involucradas.

Las leyes en nuestro país son resultado de un contrato aceptado por todos. Esto es necesario entenderlo. Por ellos están hechas para que se cumplan de manera irrestricta.

Si hoy renuncias a un derecho a cambio de un pago y mañana ese derecho al que renunciaste le deja millones en ganancias al que te pagó para que renuncies, las ganancias de quien te pagó serán legales e inobjetables en la medida en que al momento de aceptarte el pago, tú sabías que tendrías que hacer más inversiones para lograr que ese bien progresara. Si, por el contrario, los que aceptan tu pago lo hacen solo porque están ignorando que podrían ellos, como dueños del bien, aspirar a mejores ganancias, entonces en el momento de hacer el pago, fuiste deshonesto.

Esto sucede sobre todo con el tema de los terrenos. Hoy pueden valer muy poco, pero con grandes inversiones, van a valer mucho más. Ah, pero tienen dueño legal. Lo honesto es invitar al dueño legal a ser parte del negocio, indicándole con claridad cuáles serán sus derechos y cuáles sus obligaciones. Si no puede cumplir con las obligaciones, tendrá que vender y conformarse con el pago del momento. Si las obligaciones con las que tendría que cumplir son sencillas, entonces lo que debe hacer es aceptar un contrato legal honesto y esperar, conforme las ganancias. vayan llegando.

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